domingo, 30 de diciembre de 2012

Madrugón

Demasiado oscuro sigue el día. Tan negro que nadie diría que es por la mañana… Y el joven biólogo ha subido al autobús con la esperanza oculta de tener una compañera de asiento guapa y simpática. Pero dice que siempre le tocan tíos gordos y con olor a sobaquina. ¡Mala suerte, hijo! Viaja a Madrid, pero no a trabajar. Todavía no…
Y mientras amanece me acerco a la plaza de abastos, que es lo único que parece vivo en la pequeña ciudad del sur. Es tan temprano que aún no hay churros, y la máquina de café no tiene presión. El frío repta por el suelo de la cafetería y trepa hasta las rodillas. Y poco a poco los primeros parroquianos empiezan a llegar con el periódico calentito debajo del brazo…
Afuera, esperando que termine de salir el sol, acechan los demonios de cada día. Seguro que aparecen Rajoy y sus adláteres en cuanto algún insensato enchufe una radio o una tele… prefiero seguir en la cafetería, mirando las lucecitas de la máquina tragaperras. Total…
Así que, ya que está uno levantado, aprovecho para lanzar algunas fotos con el sol bajito. Pero sólo esta charca llena de cielo y nubes escapa a la vulgaridad…





viernes, 28 de diciembre de 2012

No quiero pagar el euro por receta


COPIO Y PEGO EL SIGUIENTE TEXTO, por dignidad...

No quiero pagar el euro por receta
Para no pagar el euro por receta se necesita:
1) La receta,
2) El DNI y una fotocopia del mismo.
3) La tarjeta sanitaria.
En ningún caso se actúa contra las farmacias, sino contra su función recaudatoria forzosa.
En la farmacia hay que decir:
- No quiero “REpagar”
- … Pues ha de rellenar este formulario.
• El formulario tiene 3 copias.
- Dos para la farmacia.
- Una para el usuario.
Una vez relleno y entregadas las dos copias a la farmacia: ¡Ya se tiene el CERTIFICADO DE INSUMISIÓN!
Datos que piden:
● N.I.F., nombre, apellidos, dirección, código postal y teléfono.
● El CIP (el código marcado en rojo de la tarjeta sanitaria).
- Pedir el tique y decir ‘Gracias, adiós’ con toda la cortesía, determinación y firmeza que acompaña a quien tiene toda la razón.
¿Qué pasa si en la farmacia se niegan a tramitar este procedimiento?
- Sanidad ha ordenado facilitar los impresos descritos. Si se da un caso de negativa a suministrar los medicamentos, desatención o maltrato verbal, hay que denunciarlo. Se trataría de un caso de Denegación de Asistencia que constituye un delito. Se puede denunciar.
- Otra posibilidad es la de no realizar la compra e irse a otra farmacia.
¿Qué puede pasar si ponen en marcha medidas acusando de ser deudor/a de una tasa?
Se pasa a ser deudor/a de la Comunidad Autónoma, y pueden iniciar un procedimiento llamado de “Liquidación y recaudación de tasas y apremio”. Prevé un recargo del 20% de la cantidad deman-dada. El euro que no se paga puede acabar convirtiéndose en 1,20 € (es decir, el equivalente a 33 Ptas. más). Hay que recordar que varios grupos de abogados, y también algunos grupos políticos, y el propio Presidente del Gobierno estudian como alegar y litigar contra estas injustas medidas.
¿Qué puede pasar si son miles quienes se niegan a REpagar?
Si son muchos los miles de personas que NO repagan, la tramitación burocrática será inviable. Deberán replantearse la utilidad recaudatoria de la medida punitiva contra las personas enfermas. CiU y PP tendrán que “reconsiderar” retirar la RE-tasa.
Esta lucha es por los derechos sociales, por el estado del bienestar, por la dignidad y la sanidad universal, por vergüenza, contra los abusos del poder y en defensa del Sistema Público Nacional de Salud. ¡Es para ganarla!
DIFUNDE ESTE MENSAJE (O HAZ FOTOCOPIAS) EN TODAS LAS PÁGINAS, BLOGS, MUROS, CONOCID@S AMIG@S, Y ENEMIG@S .
¡LA ÚNICA LUCHA QUE SE PIERDE ES LA QUE NO SE EMPRENDE O SE ABANDONA!

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Cuestiones balísticas: El plano de la eclíptica

Desayunar con ella sigue siendo una sorpresa. No sé… entre una cosa y otra hace ya treinta y nueve años que desayunamos juntos; que la persigo por las esquinas, que me camela con historias, que me dejo convencer de lo que quiere… y, a pesar de todo ese tiempo, a veces me sigue dejando descolocado. Sí… treinta y nueve años desde que la vi en la puerta del Aula III con los ojillos risueños y su trenca azul marino.

El otro día, durante un desayuno invernal, en vez de hablar de las compras navideñas y cosas normales, se empeñó en elucubrar sobre el movimiento aparente del sol a lo largo del año… ¡Joder, quería entenderlo ahora que es abuela! ¿No es para sorprenderse?
— Pues… verás — le dije —. Tú coges la eclíptica, o sea el plano que contiene el Sol y la órbita de la Tierra. Y si te fijas, verás que el eje de rotación de la Tierra forma un ángulo de 23’5º con la eclíptica, y que, además, ese eje de rotación siempre-siempre apunta hacia la estrella Polar, que para eso es la Polar. Y a partir de ahí, tú misma (…que se me enfría el café, cariño)
¡Menos mal que llevaba uno de los bolis que me regala mi psiquiatra de vez en cuando! (El papel lo puso la cafetería)


sábado, 22 de diciembre de 2012

Solsticio de invierno, 2012

El día del fin del mundo es luminoso y tibio en el Sur. Los mayas eligieron un buen día para su fin de los tiempos, sin duda. El caño de Zurraque parece un estanque de mercurio. Nada lo inquieta. Sólo un flamenco rosado y vagabundo se atreve a hacer olitas concéntricas y crecientes, y es lo único que se mueve.
Hay borreguitos en el cielo y charcos en el suelo, pero hacia el sur, en lontananza, sobre el estrecho de Gibraltar, se levanta un acantilado de nubes grises y densas. Viajamos en esa dirección… Las cigüeñas no se han marchado. Los nidos que flanquean la carretera siguen ocupados; eso es que los inviernos son demasiado cálidos y se ve que no les merece la pena el trajín de marcharse.
Hay un Tío Pepe, con su chaquetilla y su guitarra, en lo alto de una loma. Es una reliquia de otros tiempos… también hay un toro de Osborne. A ese toro le ladraba Trufo cada vez que pasábamos por debajo… yo ponía la voz ronca y decía: ¡¡GATOOO!! Y el viejo Trufo se envalentonaba y me defendía de esa cosa negra… ¡Que buen amigo fue Trufo, jolines!
En la Barca de Vejer hay una palmera extraña. Le crecen seis troncos concéntricos desde un pie central, como una corola de ramas… Había otra muy parecida en la puerta de la muralla medieval de Tarifa, pero una levantera propia de esos parajes la debió tumbar. Ya no se usan barcas para vadear el río Barbate —simplemente porque hay un puente fijo— pero el lugar mantiene el nombre. Ponen buenos bocadillos de lomo en mantecacolorá en este sitio, extraordinarios para el colesterol. Sin duda.

En mitad del tronco crece un estupendo ejemplar de Ombligo de Venus (Umbilicus rupestris) y Alejandro, que es más zoólogo que botánico, me cuenta que es una planta epífita porque crece sobre otra planta. Y Álvaro, que es más botánico que zoólogo, me cuenta que además es una comófitaporque crece sobre substratos muy pobres… ¡de lo que se entera uno! LaBalita le va a pedir a los Reyes Magos una guía Infoca de árboles (tomo nota) y Álvaro me cuenta que acaba de recibir un e-mail de su amiga Carolina, dice que está en un autobús de Madrid y que le cedió su asiento a un señor mayor, y que el señor mayor va y le dice que no hace falta, que no está cansado, y para confirmarlo añade: Yo es que soy del Atleti, hija. Nos reímos todos a la vez con la ocurrencia del señor… y la pequeña Vega da un respingo, nos mira y decide sonreír también. Cuando sonríe arruga la naricilla y cierra los ojillos. Va a dar gusto ver reír a esta niña. Cuando lo hace me recuerda a Alba (que para eso es su madre), pero también a su abuela paterna… esto de los parecidos no tiene explicación.
Cerca de la playa de Valdevaqueros —ese paraíso que quieren enladrillar— hay un lugar que llaman Casa de Porros. Y a la panadería de toda la vida le han puesto un cartel grande que dice Bakery… más que nada para que los güiris se enteren de que allí se vende pan. Que es un pan que hacen con una mezcla de harinas, masa batida y horneado con leña de verdad. A la bisabuela le encanta este pan…
Los molinos de viento que crecen entre San Fernando y Tarifa están quietos… en realidad no son molinos, son generadores eólicos, pero es poco romántico llamarles así. Y por último está el Puerto del Cabrito. Atravesar el Puerto del Cabrito —entre Tarifa y Algeciras— es un espectáculo… la manga de agua plateada del estrecho; algunos barcos que navegan perezosos; a este lado, Europa; en aquel, la costa africana… y en el extremo, Ceuta, mi ciudad querida. Por allí aún deambula mi niñez vigilando a Angeli por las esquinas.
Pues hoy no ha sido el fin del mundo —al menos para nosotros—, como dicen que decían los mayas. Ha sido un día estupendo… lo hemos pasado en familia. Hacía tiempo que eso no ocurría.



viernes, 14 de diciembre de 2012

Aliciña



Alicia me ha dicho hoy que Aliciña es una niña feliz.
No hay descripción más bella para un ser humano.


12 del 12 del12

Va de fechas redondas. Tengo una imagen difusa del 6 del 6 del 66: me recuerdo viendo la primera tele en la escalera del tío Asensio. Las demás fechas han pasado sin recuerdos…
La de hoy no. La voy a recordar… La mañana fue desastrosa. Las dos cebollas estaban un poco pasadas de fecha y, aunque las resané, el refrito me olía cada vez más a cebolla podrida. No sé si era aprehensión o realidad, pero tiré el refrito de cebollas y pimientos con todo el dolor de mi corazón. Y a las patatas hervidas las espolvoreé con pimentón de la Vera y huevo duro. Bueno, tampoco resultó tan mal.

A las cinco nos concentramos los defensores del Hospital de San Carlos en la escalinata del ayuntamiento de San Fernando… Pertenece al Ministerio de Defensa, está infrautilizado y en peligro inminente de cierre. Sería un magnífico hospital para una ciudad de cien mil habitantes… el problema es que tanto el Ministerio de Defensa como el Servicio Andaluz de Salud quieren rentabilizarlo económicamente y eso es imposible porque la sanidad pública es un servicio, no puede ser un negocio. A mí me parece que ninguna de las administraciones cree en lo público… ni el PP en Madrid ni el PSOE en Sevilla. Unos porque lo llevan en los genes ideológicos y otros porque han traicionado los suyos.
También había políticos municipales en la concentración, y habló el alcalde. Dijo que la corporación que él preside iba a apoyar la continuidad del Hospital de San Carlos como centro hospitalario público. Pero solo son las palabras correctas, las esperables. Palabras vacías de político profesional. La realidad es que hoy día eso es una pretensión romántica… los políticos sólo apoyarán lo que sea rentable económicamente, y lo público no lo es. Es decir, ya no hay pacientes, hay clientes… y si no son solventes, tenemos un problema añadido. Así de miserable es el mundo que tenemos el 12 del 12 del 12. Y lo peor es que los políticos nos ocultan esa realidad… que las personas no importan, que lo importante es el balance positivo de las cuentas. Y peor aún es que muchos de los políticos que votamos son tan parvos que ni eso saben, oiga.
Pues por allí peroraban algunos ciudadanos en voz alta. Explicaban en corrillos las maldades de esta política económica que nos lleva derechos al desastre social y humano… Qué hartura, por Dios. Pero si ya sabemos por qué ha pasado esto. Ya hemos diagnosticado las causas y señalado a los culpables… ¿Y qué? ¿Ahora qué se hace? ¿Seguir hablando y provocando risitas en los despachos? Sí, sí, que hablen, ¿no estamos en democracia?Estamos asumiendo el discurso indignado como parte de la situación y no salimos de ahí. Ya conocemos las causas, ya sufrimos la indignación que provocan las injusticias, pero en lugar de iniciar una reacción en cadena nos adormecemos. ¿Qué cosa hace falta para saltar de una puñetera vez?
No sé…
…el 12 del 12 del 12 Davinia y Manuel pasean con sus hijos por la Plaza del Rey. Olivia duerme con las manos sobre los ojos… parece que no quiera ver el mundo. Y Daniel recordaba la frase que le enseñé. Nos dimos una palmada y le dije:
— Hola, amigo, me encontré un higo. Como no te ví…
— …me lo comí  completó el niño.
Sí, hijo, sí. Más vale que te comas todos los h¡gos que puedas, de los unos y de los otros… Eso que te encuentras.


miércoles, 12 de diciembre de 2012

Creemos el hombre nuevo



Cójase un tubo de ensayo y llénese hasta la mitad con agua destilada. Seguidamente añádanse a la superficie unos cristales de violeta de metilo… y raudo, háganse múltiples fotos del rápido proceso de disolución. Tal vez tenga suerte y alguna de ellas recree al hombre nuevo que necesitamos…


el hombre nuevo de España cantando,
el hombre nuevo del mundo cantando.

Canto esta noche de estrellas
en que estoy solo y desterrado.

Pero en la tierra no hay nadie
que esté solo si está cantando.

Al árbol lo acompañan las hojas
y si está seco ya no es árbol;
al pájaro, el viento, las nubes,
y si está mudo ya no es pájaro.

Al mar lo acompañan las olas
y su canto alegres los barcos,
al fuego, las llamas, las chispas
y hasta las sombras cuando es alto.

Nada hay solitario en la tierra
creemos el hombre nuevo cantando.


Rafael Alberti – Giorgio Gaslini



lunes, 10 de diciembre de 2012

El aroma de las higueras


Las higueras tenían entonces un aroma dulzón y denso. Olían a verano y a desfile de hormigas. La savia era leche pegajosa y las ramas se partían con facilidad... ¡que se lo digan a Juanito, que anduvo escayolado tres meses!

Hoy me ha llegado un ramalazo de higuera madura y he retrocedido 53 años en un instante. Era el mismo aroma que flotaba en el huerto del tío Asensio, justo lo último que debió oler el pobre Pelucho. Recuerdo que al atardecer le bajé un hueso del cocido -le gustaba enterrarlos- y le rellené su lata de agua... Apenas movió el rabo cuando me reconoció y casi no levantó la cabeza. Ya no tenía fuerzas y estaba ciego. De alguna forma el niño supo que iba a morir esa noche. Le acaricié el lomo y traté de pensar en otra cosa. ¡Pobre Pelucho! Mi padre lo debió enterrar allí mismo, en el huerto del tío Asensio, junto a la higuera.

En 1960 mi padre era un joven de treinta y siete años que usaba una Vespa para ir a los dos o tres trabajos que tenía... salía por la mañana y no volvía hasta la noche, como casi todos los padres de Villajovita, ese viejo barrio de Ceuta. Y por las noches salía a buscar hierbas para los conejos que criaba en un recodo del huerto del tío Asensio. Todos los días traía varios chuscos cuarteleros de la panadería militar porque trabajaba en Intendencia, y ese era el pan que comíamos en casa. De vez en cuando aparecía con boniatos horneados después de cocer loschuscos... eran boniatos enormes, requemados, que rezumaban almíbar por los recovecos.

Como también era el cajero del Atlético de Ceuta, los domingos, después del partido llevaba a casa la recaudación de la taquilla y esparcía aquella enorme cantidad de dinero en la mesa del comedor. Al niño le encantaba ver la rapidez que tenía para contar los billetes y hacer paquetitos. Yo le ayudada a hacer montoncitos con las monedas de dos reales, las del agujero en el centro... Mi padre hizo en el patio un retrete como Dios manda, y una precaria ducha. También consiguió un bidón de gasóleo para convertirlo en depósito de agua porque en Ceuta hubo una gran escasez.

Un día llegó con un cachorrito que encontró abandonado en el cuartel de Intendencia. Una bolita de pelos que lamía mis dedos. El niño le puso Pelucho y fue su primer amigo fiel... era un mil-leches, una mezcla indeterminada de razas, pero daba igual.

El aroma dulzón de las higueras me lo ha recordado. Sí, posiblemente mi padre lo enterró al pie de la del tío Asensio. Ha pasado medio siglo desde entonces, desde que mi padre tenía que trabajar en tres lugares para sacar adelante a su familia, y aún así, a pesar de todo su esfuerzo, vivíamos en el umbral de la dignidad...

...parece que el tiempo ha pasado en balde.



domingo, 2 de diciembre de 2012

El saxofonista de las manos heladas


Oí el sonido de terciopelo desde tres calles antes. Lo inundaba todo... y allí, junto al puente romano, me apalanqué un buen rato a disfrutar del concierto callejero.


Sopla un vientecillo muy frío sobre el Arco Romano de Córdoba, entre el Guadalquivir que baja impetuoso, y la Mezquita. Es un lugar desangelado. La gente atraviesa el arco sin arrimarse al saxofonista, por el otro extremo, como si tuvieran la misma carga eléctrica... No sé, parece que a muchos les molesta reconocer la presencia del hombre y de la música. Pasan presurosos como si no la oyeran y, sobre todo, ignorando al hombre.

Y me temo que no se dan cuenta, pero el músico no pide nada, está ofreciendo un regalo...