viernes, 14 de enero de 2011

Habría que intentarlo otra vez

Insistía mi amigo Agustín: Por más luz que apliquemos jamás destruiremos las sombras…

…y hoy se me ocurre —utilizando la idea— que por más riqueza (luz) que genere este capitalismo globalizado y miserable, jamás destruirá la pobreza (sombras), la precariedad o la inseguridad vital de los de abajo… que la inmensa riqueza que atesoran los elegidos se genera precisamente a costa de la sombra mísera de los NO elegidos. Y eso es así porque NO ES TAREA del despreciable liberalismo económico repartir la riqueza… entre otras cosas porque si se reparte la riqueza dejaría de ser lo que es…

…hoy se me ocurre que nada cambia, que la historia repite una y otra vez la misma historia, y que los intentos de subvertir este orden de cosas se topa siempre con la miseria moral de cualquiera que acceda al poder, aunque sea simbólico. Es cuestión de tiempo.

Pero habría que intentarlo de nuevo. ¡Por Belcebú que habría que intentarlo!

La imagen es un pequeño crisol a la luz del amanecer


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