jueves, 11 de febrero de 2010

El lentisco de Alburquerque (Cuando España era una Isla)

Isla de León: Tranvía & Batería (12ª entrega)


El lentisco que agrietó la vieja batería de Alburquerque

Desde el 8 al 11 de Febrero de 2010 se celebra en San Fernando —la antigua Isla de León— un coloquio internacional sobre la figura del XIV Duque de Alburquerque. Es uno de los actos que recuerdan el Bicentenario de las Cortes Generales y Extraordinarias de la Isla de León en 1810, las que alumbraron la primera Constitución española dos años después… Dice el folleto explicativo:
«En el marco de la Guerra de la Independencia, cuando la práctica totalidad del territorio peninsular se encontraba bajo el dominio napoleónico, la decisión del XIV Duque de Alburquerque de dirigirse a la Real Isla de León resultó determinante para los trascendentales hechos que sucedieron en España desde 1810. Efectivamente, al frente del Ejército de Extremadura dirigió una retirada ejemplar desde la ciudad pacense de Don Benito hasta La Isla, con el ejército francés prácticamente a la vista. Aún así consiguió llegar a la actual ciudad de San Fernando el 4 de febrero de 1810, un día antes que las tropas del mariscal Víctor. El Duque reorganizó la defensa consiguiendo rechazar al ejército francés, que finalmente se vio obligado a establecer el Sitio de La Isla y Cádiz.

La hazaña del Duque de Alburquerque permitió por tanto que San Fernando acogiera a las más altas instituciones de la denominada España libre, y que las Cortes Generales y Extraordinarias de la Isla de León pudieran reunirse desde el 24 de septiembre de 1810 para establecer las bases del estado moderno y de la revolución liberal en España.»
Los historiadores dicen y repiten que España era un país prácticamente derrotado; que militarmente no existía la menor posibilidad de vencer al mejor ejército del mundo, el francés, que dominaba casi toda la península… pero «hay esperanza incluso cuando la libertad está sitiada»
El duque de Alburquerque reorganizó las defensas y, con la ayuda de ingleses y portugueses, el francés no pudo atravesar el Puente Zuazo… Por eso España fue una Islaen la que se refugiaron la Junta Suprema (luego Regencia) y las Cortes… y aquí, en la vieja Isla de León, con las cortes reunidas «…se demostró que la política, la política con mayúsculas, es un arma cargada de futuro… [y eso señaló] un nuevo comienzo de nuestra historia colectiva; [esas cortes] marcaron el camino hacia una España mejor con palabras como igualdad, justicia, pluralismo, parlamento, diálogo, bienestar general y soberanía nacional (…) Porque ahí nació mucho de lo que somos, la tradición liberal-democrática, nuestro parlamentarismo, un sistema de garantías y libertades que recorrió un largo y muy fructífero camino a lo largo y ancho de todo el planeta. Pero nació sobre todo un proyecto, una idea de España que hoy, doscientos años después, sigue alimentando el país que conocemos, por el que trabajamos, en el que creemos y al que amamos. Y eso es lo que hoy celebramos, ese es su mejor legado, un legado que pasó de generación en generación, llegó hasta nosotros esa promesa, ese sueño compartido. Hace ya más de treinta años que volvimos a tener una patria en libertad, y recogimos aquello que empezamos a atesorar en la Isla de León. Dejarnos de ser súbditos y nos convertimos en ciudadanos»

10 de Febrero de 2010

En el lomo de la Batería Nueva de Alburquerque —la que actualmente se interpone obstinadamente en mitad del trazado de un tranvía; una de las que flanquean el Puente Zuazo, el que no lograron atravesar los franceses— había crecido un lentisco. Era un arbusto enorme, tan grande que tenía porte de árbol (y hasta era visible en google heart) Las raíces fueron fracturando las piedras de la batería hasta formar una enorme grieta. Lo que no consiguieron los cañones gabachos lo hizo lentamente un modesto arbusto, el tiempo y el olvido…
…hoy, los constructores de tranvías han cortado el árbol y resanado la herida. La vieja batería de Alburquerque ya no tiene grietas, la han adecentado y maquillado. No sé… lo único indiscutible es que el tranvía pasará por donde reposa la vieja construcción. El problema es que a muchos cadáveres los adecentan y maquillan antes de enterrarlos…

La Junta reconoce que el tranvía enterrará gran parte de Alburquerque

Los párrafos en azulito están sacados del folleto explicativo del Coloquio Internacional España 1810, sobre el Duque de Alburquerque. Los marroncitos son palabras de la vicepresidenta de la Vega en un acto de presentación del Bicentenario en la Casa de América en Madrid. Y todas esas palabras hablan a favor del respeto que merecen las viejas piedras de la batería. Son palabras que deberían beber a borbotones los constructores de tranvías…



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