viernes, 24 de abril de 2009

Respuesta a KLAUS


Sin embargo, Klaus, aceptada la subjetividad del mundo que percibimos, distinto y similarpara cada hombre, existe alguna que otra evidencia que todos aceptamos inevitablemente. De otro modo nuestro cerebro sería de merengue y no sabría construir expectativas, que es lo que hace precisamente: prever expectativas. ¿Qué sería de la ciencia sin eso? Hablo de las piedras angulares que permanecen al margen de toda subjetividad… la manzana cae del árbol, exista un observador o no exista; el agua hierve, en condiciones determinadas, a la misma temperatura, con o sin observador. A nuestro nivel macroscópico el principio de incertidumbre no se percibe. Los hombres aceptamos —nuestro neocortex acepta y asume— algunas evidencias y las convertimos en las piedras angulares a partir de las cuales esperamos un comportamiento previsible… explicarlo es otro asunto, y para eso desarrollamos todo tipo de hipótesis, teorías o propuestas en el intento de comprender el mundo. Otra cosa es que acertemos en esa tarea… la ciencia es un intento continuo por conocer anticipadamente el comportamiento del universo, y queda el infinito por descubrir.

Sí, Klaus, por muy subjetiva que sea la realidad (o sea, la interpretación que hace cada cerebro de los estímulos que recibe) la ciencia conseguirá que aceptemos por consenso algunas explicaciones… de momento, y mientras no encontremos otras mejores.

Otra cosa es ponernos a hablar del conocimiento del otro… me temo que en esta parcela no hay ciencia que valga, cada ser humano (cada cerebro) es esencialmente imprevisible, no existen parámetros suficientes para entender su configuración...

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